sábado, 9 de junio de 2007

Palabras con retraso

Tengo tanto para decirte que no sé como empezar. No sé si va a bastar con unas pocas líneas sinceras...
Des de que nos conocimos, tu siempre has estado ahí para guiar mi corazón en este asqueroso mundo. Sé también, que he hecho muchas cosas feas y que tu nunca me has dado ningún sermón. Que todo lo malo que hay en mí ha salido a flote y tu nunca me has reprochado nada. Simplemente has querido ayudarme y, aunque pueda no parecerlo, lo has hecho.
Soy una persona muy difícil y a pesar de todas mis perrerias, has aguantado siempre ahí. La verdad, es que siempre he pensado que no merezco a una amiga como tu, que des de la distancia me has cuidado y he sentido tu caríño muy cerca. Creo que demasiado cerca. Y me comporté como una hija de puta y a punto estube de mandar nuestra amistad al carajo.
Quiero que sepas, que aunque a veces sea una gruñona, borde y malhumorada, es mi particular manera de mostrar mi aprecio hacia alguien. Cargar mi mala leche sobre la gente que me importa.
Mi mayor defecto.
Nunca encontraré las palabras justa para disculparme. Solo puedo agradecerte que hayas estado ahí todo este tiempo, y tu infinita paciencia.
Eskerrik asko

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No tengo palabras para describir lo que he sentido al leerlo, simplemente, me ha subido un escalofrio por la espalda...

t´estimo molt nena, sempre! muaak

-aLBa- dijo...

Has sido una gran amiga, ya te lo he dixo. Gracias